Por Jesús Manuel Hernández

El Gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, ha concedido varias entrevistas privadas a medios de comunicación locales y nacionales. Una de ellas permite observar muy de cerca su visión sobre el escenario político electoral para Puebla este año.

A todas luces este es un año fundamental para que el gobierno de izquierda, el primero en la entidad, pueda profundizar en los cambios y modo de gobernar para hacer efectiva la convocatoria presidencial de la 4T y trascender.

Por eso, las palabras del gobernador deben ser estimadas en su justa dimensión.

Jorge Rodríguez Corona, subdirector de El Sol de Puebla, fue el responsable del texto aparecido el 21 de enero que sirve de base para esta colaboración (https://www.youtube.com/watch?v=Vqp8NvL7cQg&feature=emb_title).

Barbosa se mostró respetuoso de los órganos electorales, a manera de dejar en claro que los anteriores gobiernos no lo hicieron. “Yo seré quien se empeñe en que este proceso electoral sea el primero democrático en el estado”.

Y continuó preguntándose él mismo “¿Qué pasaba en procesos electorales anteriores?” Y se respondió: “El Poder Ejecutivo controlaba los órganos electorales, acomodaba resultados y formaba procesos electorales ilegítimos. Eso ha ocurrido siempre. El gobernador se metía a una elección y hacía ganar o perder a un partido o a un candidato. Yo no me voy a meter”.

Barbosa también habló de su competencia respecto a decidir quiénes serán los candidatos, principalmente por la Presidencia Municipal de la capital: “Yo debería tener opinión, no derecho de definición, en mi partido, pero debo de tener opinión, eso sí, pero el derecho a definir no, porque no es así Morena, y qué bueno que no sea así”.

Y luego el gobernador asume un papel crítico del partido que lo llevó a Casa Aguayo, donde según sus palabras el radicalismo de hacer política lo tienen en un caos: “Morena tuvo que haberse institucionalizado después de lo del 2018, debió haber renovado sus órganos inmediatamente después de 2018 para tener en órganos de dirección a toda esta gente que ganó en 2018, pero se quedó con los mismos que estaban desde años anteriores, con un nivel de radicalismo muy especial y su forma de hacer política, y tienen en un caos al partido”.

Miguel Barbosa puntualizó respecto a la capital del Estado y se pronunció por un perfil “que requiera la sociedad, no el partido… porque está compitiendo frente a una sociedad, no te están eligiendo para un cargo partidario”.

Respecto a las personas mencionó a Biestro, Claudia y Armenta, “el que sea mejor evaluado”. En una de sus respuestas dejó entrever, muy a su estilo de decir sin decir, en relación a Alejandro Armenta: “Yo no soy traidor, yo no ando promoviendo candidatos en otros partidos, yo me siento en el partido al que pertenezco, no ando haciendo trampas, que son la vieja forma de hacer política”.

Además se refirió a la posibilidad de un Congreso del Estado que sea opositor y se dijo no tener temor, pues “yo soy un político hecho y sé transitar en todos los escenarios de la política”.

De los candidatos a diputados federales bastó una frase para definirlos: “Tú ve los aspirantes que se registraron para ser candidatos a diputados federales, medianitos todos”.

La palabra del gobernador está puesta sobre la mesa, de su congruencia en las acciones dependerá el crecimiento de la democracia y seguramente para algunos sectores el éxito de las elecciones.

Quizá algunos de sus colaboradores, no arraigados en Puebla y a quienes poco les importarán los resultados, pudieran firmar la postura oficial y con ello evitar malas interpretaciones. Pues bien sabido es que quizá algunos no tengan las manos amarradas.

O por lo menos, así me lo parece.

losperiodistas.com.mx@gmai.com

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