El PRI retirará la militancia a Quirino Ordaz por considerar que utilizó su cargo como gobernador de Sinaloa para “negociar posiciones” con el oficialismo

Quirino Ordaz Coppel, gobernador de Sinaloa.Diego Simón EL UNIVERSAL

PABLO SÁNCHEZ GÓMEZ / Ciudad de México / EL MUNDO

La designación de Quirino Ordaz como nuevo embajador de México en España se ha convertido en el último ejemplo del transfuguismo que López Obrador alienta para dividir a la oposición y reforzar la hegemonía de su partido, Morena, en el tablero político del país. El presidente mexicano ha decidido premiar a un gobernador opositor con una de las plazas más cotizadas del ámbito diplomático, en un movimiento que ha levantado las sospechas sobre la existencia de un pacto previo entre las partes. A la espera de que se confirme el nombramiento, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), formación a la que Ordaz ha representado como gobernador de Sinaloa, amenaza con retirarle su militancia.

“Hasta el momento no se tiene registro de la solicitud por parte del gobernador, pero si decide sumarse a las actividades de un gobierno distinto al nuestro, se le retirará la militancia”, asegura a EL MUNDO Paloma Sánchez Ramos, diputada del PRI por Sinaloa, quien apunta a que este movimiento de López Obrador solo busca “dividir al partido y a la coalición ‘Va por México'”. AMLO justificó su decisión en que Ordaz “no va a ir a representar a un partido, va representando a México. Los embajadores representan a la nación, a un país, a todos”.

A sus 57 años, Ordaz podría asumir su primer encargo en el mundo diplomático. Hijo de un ex presidente municipal en la ciudad de Mazatlán, el nuevo embajador mexicano en España ha ocupado varios cargos públicos intermedios en el estado de Sinaloa, actividad que ha compaginado con proyectos empresariales en el ámbito turístico. En el 2015 dio el salto a la política nacional de la mano del Partido Verde, convirtiéndose en diputado federal. Dos años más tarde, ya afiliado al PRI, Ordaz ganó las elecciones estatales y se convirtió en gobernador de Sinaloa.

Ordaz fue uno de los gobernadores predilectos del ex presidente Enrique Peña Nieto. Su llegada a la política nacional coincidió con un momento de renovación del PRI, en el que se buscaban caras nuevas, ajenas al partido, que pudieran dar un nuevo impulso al movimiento. Tal y como sucedió con José Antonio Meade, candidato presidencial del PRI en las elecciones del 2018, el líder sinaloense encajaba en ese perfil y, además, tenía una gran relación personal con Peña Nieto. Ambos volverán a reunirse en Madrid, donde reside actualmente el ex presidente, algo que muchos han interpretado como un gesto de López Obrador hacia su predecesor.

En un momento donde las relaciones entre México y España “no son buenas”, según explicó recientemente AMLO, Ordaz tratará de enderezar la situación. Fuentes diplomáticas aseguran a El Mundo que su principal aliado será una persona muy cercana a Peña Nieto, el empresario Valentín Díez Morodo, heredero del Grupo Modelo y con excelentes relaciones con Telefónica.

NARCOELECCIÓN PACTADA

El pasado mes de junio, el PRI perdió uno de sus principales bastiones políticos en las elecciones estatales de Sinaloa. Ordaz falló en su misión de lograr que su sucesor en el cargo defendiera las siglas de su partido. El vencedor de la contienda electoral fue Rubén Rocha, candidato de Morena. Los comicios se celebraron bajo continuas acusaciones de fraude y la sospecha de que el cártel de Sinaloa habría influido en el resultado de las zonas que más controlan, como Badiraguato o Los Mochis. Desde el ámbito de la oposición acusan a Ordaz de haber permitido este tipo de prácticas para facilitar la victoria de Morena.

“Se llevó a cabo la elección para gobernador con la clarísima participación del crimen organizado, está absolutamente documentado”, denunció el presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Héctor Larios, quien también deslizó que “si le dan la embajada de España es para pagarle el favor de haber permitido que se realizara la elección de esa manera”. Jesús Zambrano, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), también apunta en esa dirección: “No tiene otra lectura que el pago por la entrega de la elección al crimen organizado”.

Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2021/10/07/615dde2bfc6c833b748b4611.html

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