Por Herminio S. de la Barquera A.

Como mis cuatro amables y fieles lectores recordarán, la semana pasada comenzamos a hablar de los miembros más destacados del nuevo gabinete presidencial de Joe Biden. Hoy continuaremos con dicha tarea. Este conjunto de colaboradores incluye a la Vicepresidente a los 15 Secretarios de los siguientes rubros (en orden alfabético): Agricultura, Comercio, Defensa, Educación, Energía, Estado (Asuntos Exteriores), Interior, Salud y Servicios Humanos, Seguridad Nacional, Tesoro, Trabajo, Transporte, Vivienda y Desarrollo Urbano, Veteranos, y por último el Fiscal General. También forman parte del gabinete las siguientes personas: el jefe de personal de la Casa Blanca, el Embajador de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, el Director de Inteligencia Nacional, el Representante de Comercio de los Estados Unidos; los jefes de la Oficina de la Casa Blanca para Políticas de Ciencia y Tecnología, de la Agencia de protección Ambiental, de la Oficina de Administración y Presupuesto, del Consejo de Asesores Económicos y el de la Agencia Federal de Pequeños Negocios.

Hoy comenzaremos hablando de la Dra. Janet Yellen, quien ya estuvo al frente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca y de la Reserva Federal (el banco central de los Estados Unidos), y que el lunes 25 de Enero acaba de ser confirmada por el Senado como Secretaria del Tesoro, es decir, el cargo equivalente al de Secretaria de Hacienda en nuestro país. Es la primera mujer en la historia en ocupar dicho cargo. La Dra. Yellen tiene 74 años de edad y estudió economía en la Universidad de Brown, doctorándose en Yale en 1971. Es interesante mencionar que su tesis fue revisada por dos célebres economistas: James Tobin y Joseph Stiglitz. Durante muchos años ha alternado su labor como profesora en Berkeley con sus cargos y tareas en la Reserva Federal. Está casada con George Akerlof, quien recibió en el 2001 el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas (“Premio Nobel de Economía”).

Dada la delicada situación económica desatada por la pandemia, la Dra. Yellen será uno de los actores clave en el gabinete para buscar la recuperación del país. Para ello deberá ser muy hábil para negociar y lograr que el Congreso apruebe el enorme paquete de rescate económico que ha propuesto Biden.

Otro de los miembros más importantes del gabinete presidencial es el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra. Becerra es hijo de inmigrantes mexicanos de origen muy humilde, pero que siempre se preocuparon por la educación de sus hijos. Xavier Becerra logró entrar a estudiar a la Universidad de Stanford, donde terminó la carrera de Economía y, unos años después, la de Leyes. Con este respaldo universitario, Becerra trabajó como asistente de algunos legisladores en California, labor en la que su dominio del español y del inglés fue de gran utilidad. Después, él mismo se postuló como representante a nivel nacional, por lo que durante 24 años fue congresista en Washington, presentando numerosas iniciativas en favor de los trabajadores y de los inmigrantes.

En 2017, Becerra substituyó a Kamala Harris como Fiscal en California, y fue precisamente el trabajo que desarrolló en la fiscalía lo que llamó la atención de Biden para llamarlo al gabinete, pues creó una oficina para atender asuntos de “justicia medioambiental”. Además, lanzó una ofensiva legal para tratar de frenar muchas de las políticas emprendidas por el gobierno de Donald Trump. Muchas de las 100 denuncias encabezadas por Becerra con este fin han llegado hasta instancias federales con éxito. Parece que Joe Biden se fijó en Becerra para dirigir la Secretaría de Salud debido a su trabajo en el Congreso y en la Fiscalía, a su origen como hijo de inmigrantes y a su incansable lucha por lograr el acceso a los servicios de salud para todos, no solamente para los inmigrantes y otras minorías.

Avril Haines es la nueva Directora de Inteligencia Nacional. Es la primera mujer en ocupar este cargo, sumamente importante y muy difícil, pues coordina a las poderosísimas agencias de inteligencia del país más poderoso del mundo. Haines nació en 1969 en la ciudad de Nueva York. Hija de académicos, Haines desarrolló no solamente una pasión por la ciencia, sino también por el deporte, por lo que realizó una estancia en Japón, donde durante un año acudió a una escuela de élite de judo, obteniendo la cinta marrón en dicha disciplina. Después estudió física en la Universidad de Chicago. Inquieta por naturaleza, durante los fines de semana tomaba clases de vuelo en una escuela en Nueva Jersey. Después de graduarse en física, se tituló en Leyes en la Universidad de Georgetown, especializándose en la defensa de los derechos humanos.

Su carrera en la administración pública fue excelente: trabajó en el Departamento de estado, en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado (en donde conoció a Joe Biden) y fue asistente adjunta del Presidente Obama para asuntos de seguridad nacional. En 2013 fue nominada como directora adjunta de la poderosa Agencia Central de Inteligencia (CIA), convirtiéndose en la primera mujer en dicho cargo. Después también fue la primera mujer en fungir como asesora de Seguridad Nacional. Así que se trata de una persona conocedora del medio, conocida por su firmeza y por su conocimiento de las leyes y de los derechos humanos.

Estos son solamente algunos de los miembros del nuevo gabinete de Joe Biden. La labor a la que se enfrentan es titánica y no terminará en cuatro años, pues muchos de los problemas que aquejan a los Estados Unidos son de viejo cuño y están muy enraizados en la sociedad estadounidense. Es por eso que los demócratas ya están pensando en un “plan de continuidad”, para continuar después de los cuatro años del periodo de Biden al frente de la Casa Blanca y poder concluir o redondear las tareas realizadas. Lo más seguro, por cuestiones de edad, es que Biden mismo no contienda más por la presidencia. Va a ser también muy interesante ver qué hacen los republicanos para sanear su partido y para desarrollar liderazgos alternativos al trumpismo, que aprovechó las estructuras y las fallas del partido para llegar hasta donde llegó y para convertirlo en su cómplice. De estos cálculos políticos dependerá si los republicanos apoyan el juicio político contra Trump, para sacarlo definitivamente de la jugada, o si lo dejan ir vivo.

Dr. Herminio S. de la Barquera A.

Decano de Ciencias Sociales

UPAEP

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