La mala composición del microbioma empeora la respuesta inmune frente al SARS-CoV-2

RAQUEL BONILLA / LA RAZÓN

En uno de los puntos más álgidos de la pandemia de la Covid-19 en todo el mundo, la pregunta del millón sigue siendo por qué algunas personas pasan la enfermedad de forma más virulenta que otras. La ciencia va deshojando la margarita y parece que una de las claves está en la microbiota intestinal, ya que la variedad y el volumen de bacterias en el intestino, conocido como microbioma, pueden influir en la gravedad de la Covid-19, así como en la magnitud de la respuesta del sistema inmunológico a la infección, tal y como sugiere una investigación publicada hoy en la revista científica «Gut» de «The British Medical Journal» y liderada por Siew Ng, profesor de Medicina y Terapéutica de la Universidad China de Hong Kong.

La Covid-19 es una patología fundamentalmente respiratoria, pero la evidencia científica sugiere que el intestino también puede tener un papel decisivo. «La experiencia acumulada nos permite demostrar que nuestras bacterias intestinales influyen sobre la integridad de nuestro intestino y, más importante en este caso, sobre la inflamación, un factor decisivo para sufrir manifestaciones severas de la Covid-19. Por lo tanto, la línea de esta lógica es que una disbiosis (microbioma alterado) afecta negativamente al intestino provocando inflamación, lo que aumenta el riesgo de consecuencias graves de la infección por SARS-CoV-2», explica José María Ordovás, director del laboratorio de Nutrición y Genética de la Universidad de Tufts (Boston) e investigador senior de IMDEA Alimentación, quien hace hincapié en que «otro factor a tener en cuenta es que el famoso ACE-2, conocido como la llave del virus para entrar en nuestro organismo, no se encuentra solo en las vías respiratorias sino que también se halla en el intestino y resulta muy probable que ese intestino alterado sea más receptivo a la infección viral».

La sospecha se ha confirmado ahora gracias al estudio publicado por el profesor Siew Ng tras analizar muestras de sangre y de heces, así como registros médicos de 100 pacientes hospitalizados por Covid-19, además de registros de 78 personas sin Covid-19 que participaban en un estudio de microbioma antes de la pandemia. Así, el análisis de las 274 muestras de heces confirma que la composición del microbioma intestinal difiere significativamente entre los pacientes con y sin coronavirus, independientemente de si habían sido tratados con medicamentos, incluidos antibióticos. En concreto, los pacientes con Covid-19 tenían un mayor número de especies ‘‘malas’’ de Ruminococcus gnavus, Ruminococcus torques y Bacteroides dorei que las personas sin la infección. Y no solo eso, ya que también tenían muchas menos especies ‘‘buenas’’ que pueden influir en la respuesta del sistema inmunológico, como Bifidobacterium adolescentis, Faecalibacterium prausnitzii y Eubacterium rectale.

Más inflamación

El análisis de las muestras de sangre muestra, además, que el desequilibrio microbiano encontrado en los pacientes con Covid-19 también se asocia con niveles elevados de citocinas inflamatorias y marcadores sanguíneos de daño tisular, como la proteína C reactiva y ciertas enzimas. Esto sugiere, según los investigadores, que «el microbioma intestinal podría influir en la respuesta del sistema inmunológico a la infección por coronavirus y afectar potencialmente la gravedad y el resultado de la enfermedad».

Y esto tiene sentido, según apunta Ordovás, «porque toda la evidencia circunstancial que tenemos muestra que la microbiota puede tener un papel indirecto en aumentar o disminuir el riesgo individual de infección y de sus consecuencias». Y esta teoría también la suscribe Francisco Guarner, director de la Unidad de Investigación del Sistema Digestivo en el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, quien recuerda que «lo que ya sabemos es que con microbiotas más diversas hay un sistema inmune más sólido y más potente, mientras que si hay menos diversidad, existe una mayor inflamación en el organismo».

Otra investigación publicada esta semana en la revista científica MBio y realizada por la Sociedad Americana de Microbiología confirma que una fracción considerable de los pacientes hospitalizados por Covid-19 también presentan diarrea, náuseas y vómitos, lo que sugiere que cuando el SARS-CoV-2 se involucra en el tracto gastrointestinal aumenta la gravedad de la enfermedad al permitir que el virus acceda a la superficie del tracto digestivo y, desde él, a los órganos internos. Y esto demuestra, de nuevo, tal y como apunta toda la evidencia, que la mala salud intestinal afecta negativamente al pronóstico de la Covid-19.

¿Cómo tener una buena microbiota intestinal?

Las dietas ricas en ciertos alimentos de origen vegetal están relacionadas con la presencia de microbios intestinales que se asocian con un menor riesgo de desarrollar afecciones como obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, según los resultados de un estudio internacional a gran escala de investigadores del King’s College de Londres, la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, el Hospital General de Massachusetts (MGH), la Universidad de Trento (Italia) y la empresa emergente de ciencias de la salud ZOE, publicado en la revista ‘Nature Medicine’.

Los investigadores han encontrado evidencia de que el microbioma está relacionado con alimentos y dietas específicas y que, a su vez, ciertos microbios en el intestino están relacionados con biomarcadores de enfermedades metabólicas. Sorprendentemente, el microbioma tiene una mayor asociación con estos marcadores que otros factores, como la genética. El profesor Tim Spector, epidemiólogo del King’s College de Londres, explica que, “cuando comes, no solo estás nutriendo tu cuerpo, estás alimentando los billones de microbios que viven dentro de tu intestino”.

Y podemos modificar el microbioma intestinal eligiendo los mejores alimentos, ya que los investigadores encontraron que los sujetos que consumían una dieta rica en alimentos saludables de origen vegetal tenían más probabilidades de tener altos niveles de microbios intestinales “buenos”. Por el contrario, las dietas que contenían alimentos de origen vegetal más procesados tenían más probabilidades de estar asociadas con los microbios intestinales considerados “malos”.

Fuente: https://www.larazon.es/salud/20210112/f7qgzvfmojgedpmeq7ill5vmoq.html

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